kayakeada nocturna.

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Luego de una picadita con cerveza fresca en la playa, Juan Martín y yo nos metimos a kayakear bajo la luz de los reflectores del Mirador Waikiki. Desde afuera del agua solamente se apreciaba la zona iluminada por los reflectores, donde unicamente entraban espumones bien blancos e insurfeables que llegaban hasta las piedras del paredon de la confitería. Una vez dentro del agua y acercandonos a la última escollera, las luces dejan de producir ese efecto "día" para dejarnos en una especie de penumbra bastante engañosa. En este sector se formaban picos de 1 metro y algo, con bastante fuerza generando derechas bien formadas. El único problema es la dificultad que provoca la falta de luz, para poder definir y anticipar los movimientos de la ola; como concecuencia directa, hasta que se acostumbra la vista, cachetazos y revolcones inesperados mientras se esperaba la serie. Ya en la ola y surfeando surgen otros problemas, NO se ve la pared de la ola, primero y principal, por la falta de luz y segundo por el viento que soplaba desde tierra y te echaba un molesto spray en la cara. La solución estaba en prestar atención a la velocidad y la altura de la ola, antes de agarrarla, y así, mas o menos, calcular la velocidad y el recorrido de la rompiente.

A pesar de estos problemitas nos divertimos como niños (salvo Juancho que ya cumplió los 30)

Luego, foto para el recuerdo, ducha calentita y un vinito tinto espumante con Sebi Medl, Seba López, El Pelado Anibal y Juan Martín, para brindar por los 30 años de Juan y un buen 2006 para todos.

Un rato mas tarde, pasada la media noche, terminamos tomando una Caipiriña en el chiringo de la Hermana de Ezequiel Martinez. (balneario 11 de Punta Mogotes).

Pdta: Hay que organizar otra kayakeada nocturna con mas gente y con las pilas de la cámara cargadas (me olvide de cargar las pilas).

Saludos

Martín